Esa es la denuncia que nos llega por parte de un vigilante de seguridad que presta sus servicios en el Hospital Materno-Infantil de Granada.
Los atacantes intentan defenderse con el consabido «discriminación por ser de etnia gitana…»
También apelan a que se defendían al ser atacados con «porras» por parte de los vigilantes.
Los hechos que ocurrieron el pasado jueves 3 de agosto, sobre las 15.30h, cuando un usuario intentó entrar al área de hospitalización sin parar en el control de acceso, en ese momento amenazó e intentó agredir al vigilante con arma blanca.
El trabajador, de la empresa Securitas, consiguió defenderse sin resultar herido hasta que llegaron sus compañeros y los agentes de la Policía Nacional, aunque a su llegada, ya habría el individuo conseguido huir.
Por lo visto, son cada vez más frecuentes este tipo de agresiones en centros sanitarios hacia los propios sanitarios como por supuesto a los miembros de seguridad que prestan sus servicios en estos centros.
Además, también resaltamos el suceso acaecido el pasado 24 de enero en las Urgencias del Clínico San Cecilio, cuando un usuario la emprendió a golpes y puñetazos con la seguridad de este centro médico, debido a su «estado de alteración», provocandole a uno de los compañeros rotura del tabique nasal y fractura de una mano a otro compañero.
Si bien consiguieron reducirle, ambos requirieron intervención quirúrgica por la gravedad de sus lesiones.
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