Marea Negra por la Seguridad, en su línea de información al ciudadano; quiere hacer una reflexión sobre la posibilidad de que las mujeres que estén amenazadas por violencia de género y sean equipadas con perros adiestrados para su protección. Las administraciones autonómicas, en su lucha contra la violencia de género; están apostando por implantar esta medida como solución al problema. Desde esta asociación valoramos cualquier medida, pero no las relacionadas en un ahorro económico, cuando estamos hablando de vida humanas.
Quizás el término perros escoltas o perros protectores, no sea del todo correcto; ya que tenemos varios condicionantes para tener en cuenta. En primer lugar, se deberá enseñar a las mujeres que reciban a estos animales, cómo interactuar con ellos. Lo mismo que a un invidente, se le alecciona cómo hacerlo con los perros lazarillo. La ley de seguridad privada 5/2014 deja claro que una de las funciones que puede hacer el personal de seguridad privada en su articulo 33 por los escoltas privados es el acompañamiento, defensa y protección de personas determinadas, o de grupos concretos de personas, impidiendo que sean objeto de agresiones o actos delictivos.
MAYOR NUMERO DE EXPOSICIÓN.
En protección personal, cualquier salida tiene que ser valorada y supervisada con las siguientes medidas de seguridad correspondientes. A mayor número de salidas, mayor riesgo de sufrir un ataque; tenemos que ser conscientes que a la rutina diaria, tenemos que sumar las 3 necesidades fisiológicas del animal. Esto obligará a la víctima, a algunas salidas que en su anterior vida no realizaba.
ALIMENTACIÓN
Nos queda la duda de su alimentación, ya que no sabemos quién sufragará los gastos alimenticios del animal; entendiendo que es la propia víctima, la que tiene que cubrir ese desembolso económico.
Un perro de Seguridad es un arma que, si no se utiliza adecuadamente; puede ser un riesgo para el entorno de la propia víctima. No nos olvidemos, que el animal no va a discernir si la persona que se acerca es amigo o enemigo. Una mala decisión podría convertir una defensa en un ataque no intencionado. Estos animales, no pueden entrar en la mayor parte de los lugares públicos, lo que también condicionará los hábitos de la víctima.
En caso de ataque a distancia, o de una intervención real; un animal no puede defenderse de un ataque con arma de fuego, y desgraciadamente, los números cantan sobre las causas de muerte de las víctimas ya sucedidas. No pueden trasladar a la víctima y huir del lugar si es necesario, ya que la víctima podría entrar en pánico y tendría que hacerse cargo del animal.
Tenemos en cuenta que quienes lanzan esta idea, lo hacen con la mejor de las intenciones. Pero cuando se piensa algo, debemos consultarlo con profesionales que puedan valorar los pros y los contras de las medidas. ¿Que otra medida se buscará para ella? ¿Quiénes se frotan las manos con estas medidas? Estamos seguro desde en esta asociación que no se ha contado con la opinión de las FCSE, ya que no vemos que se acabe en un futuro con los grupos especializados en violencia de género del Cuerpo Nacional de Policía.
Si las comunidades autónomas tienen la responsabilidad de proteger a las mujeres víctimas de la violencia de género, no puede hacerlo con medidas poco efectivas basadas solo en un ahorro económico; existiendo la posibilidad de contratar a escoltas privados altamente cualificados y experimentados.
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